Cáscaras
Adoro cuando llueve en tus ventanas y nada en el resquicio se salva, ni la hormiga, ni el iscariote. Un soplo de aliento se atasca en el espejo. Todo pinta en calma cuando llueve en tus ventanas, los celos se refugian en las hendiduras hinchadas del marco. Un poco de viento me desalma. Adoro el sopor en tus lunas, el descascarar de tu cuerpo, la ceremonia de un paréntesis siendo clausurado. Amo verte de lejos, extinta, el corazón campante, mudo, redondeando el punto final. . . . Voy húmedo de alivio en esta pequeña victoria, mudando mis muebles en carretillas, barriendo las cáscaras. Resido en esta nueva cursiva, relajado, pero horadado, permanentemente horadado, desenredado, adorando el sudor de tus vidrios, las paredes, tus cáscaras, la flema dulce y el botón apagado.