Setiembre pasado

Exigiría del tiempo que su relatividad me favorezca,
que acaben velozmente las horas del quehacer
que sea tan largo el lecho, el color de las sabanas
poder hacer el amor cual si fuera un "para siempre".

Desearía no toser constantemente, y que el viento
me ate y desate a su antojo, son las cosas por desear
las que me impulsan, un nervio en alto voltaje
pero la necedad del tiempo me debilita
me estresa, me hace renegar.

Parece que en siete días transcurre un mes
y la escasa barba crece muy rápido.
Debería ser así cuando este haciendo
algo innecesario, algo que no sea de mi agrado.

Pero todo cambia, en cuanto comienzo a escribir
siento que puedo elevarme, y del corazón
 las palabras salen como una melodía sin rima,
pero con mucho sentido para mi.

Es cierto que el tiempo se ablanda
como los relojes dalinianos,
nos juegan malas pasadas, pero todo es relativo,
el movimiento de las cuerdas es dependiente
desde el punto de vista del individuo.

Así que hay calma,  tranquilidad,
y cuando puedas dormir tranquilamente,
el despertar sera una sonrisa
una curvatura cósmica,
una suerte de sentirse completo siendo uno solo.

(todo mejora)