Moneda de 1993
Encontré una moneda de mi edad. El grabado desgastado aún es apreciable.
Es absurdo pensarlo pero en efecto, esta moneda tiene 21 años.
¿Qué tan nueva se vería en el año 93?.
Transferiéndose de mano en mano, perdiéndose en el hueco del bolsillo de alguien, atrapada en alguna rendija inalcanzable para muchos.
Un joven pagó su pasaje de bus, mientras en la radio anunciaban el suicidio de Kurt Cobain. Y la moneda aún parecía nueva. El joven entristeció.
Luego una mujer pagaba un periódico donde las noticias faranduleras eran pan de cada día, y en su ensimismamiento leyó con cara estúpida el titular.
Un grupo de manifestantes descansaba sus carteles, uno de ellos compró un helado y pagó con ese sol.
En el monedero de un anciano antes de infartarse a causa el nuevo milenio.
Etapa en la cual la moneda ya se notaba borrosa.
Una señora pagó con esta moneda y unas cuantas más por una gaseosa para acompañar un almuerzo dominical, y celebrar el retorno a la democracia.
Es posible que mi abuelo haya incluido en la lista de cosas para comprar un dulce para mí.
Y mi abuela esperaba en la casa.
Pude ver como ese sol era entregado a un vendedor de frutas.
Hasta que a este se le cayó en el barro, un día de mucha llovizna.
Se le perdió de vista. Una niña de 11 años la encontró semanas después y se dio cuenta que la moneda tenía su edad. Y decidió guardarla, pensaba todos los días con curiosidad tratando de adivinar, como de mano en mano llegó hasta la suya.
La tuvo tres años guardada, creció y dejaron de importarle las cosas misteriosas de la vida, pero antes de pagar una deuda con ese sol, la miró y se dijo así misma como un juego tonto, "el día en que alguien encuentre esta moneda, y le de la importancia que yo le he dado, con esta persona viviré el resto de mi vida, sea como sea, ciertos hilos nos unirán"
De algún modo la moneda llego a mi tanto como a otros, pero quien sabe, algún día encontraré a esa niña que ahora es mujer, y platicaremos hasta contagiarnos uno del otro.
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