Letras

Sigue las mayúsculas, obsérvalas dando tumbos entre señales de tránsito mal ubicadas o paneles publicitarios sin creatividad, confundiéndose en los panfletos tirados en el piso, iluminando las fachadas de hoteles baratos con sus luces de neón. Investiga cada una de ellas, porque parecen decir algo, esfuerza un poco la mente, que tal vez se arma un manuscrito con la “e” mayúscula del rótulo que nombra la calle de al lado, cuidado que el mundo tal vez quiera decirte algo,

En el banco de algún parque recóndito de la ciudad, alguien lee el periódico, resignado a los devenires y círculos viciosos de la realidad peruana, la primera plana reza, “Matan a cinco”, el hombre se da cuenta que ha leído el mismo titular toda su vida, él no siguió las mayúsculas y se hizo viejo ignorándolas, no muy lejos; una mujer intenta escribir un poema que comienza con la palabra “Promesa”, en ese lapso, recuerda las muchas que no cumplió y se evaporaron en el viento.

Revisa en tus libros empolvados, los grandes escritores confabularon para dejarte una pista, el camino a descifrar tu destino, sigue las mayúsculas, es lo que te han dicho pero no te has dado cuenta. Encuentra la coherencia a cada momento, aún si te encuentras en medio del tránsito caótico o la neblina muy espesa, síguelas no importa lo que pase, recoge las pistas, crea algo con ellas.

Hileras de símbolos en las calles, miradas que se cruzan desgastándose poco a poco, palabras que se dijeron y fueron interrumpidas, perdieron significado, el diccionario no lo dice todo, en la biblioteca no solo van a hurtadillas los “enamorados” a besarse. Une el sinsentido en una sola oración, olvida el pasado que te pesa como una mochila llena de piedras.

Y escríbelo, simplemente llévalo a una hoja de papel o a un documento de word, ordénalo como mejor lo dicte tu conciencia, enamórate del resultado, como lo hiciste de su boca y su imagen oscura alguna vez.

O quizás solo puedes seguir las mayúsculas y continuar existiendo en la bendita ignorancia.

Hablo en serio