Reiniciemos.
Déjame colapsar en este momento,
volcar mi memoria por todo el balcón.
Déjame colapsar porque el vino abre ciertas puertas
que la razón cierra.
Me tomaré dicha atribución,
pues he salido victorioso de muchas
y de algunas no tanto.
El año ha sido confuso,
volátil en su máxima expresión,
sin embargo,
algunas de sus vetas llevan por buen camino.
Déjame reiniciar,
pero antes colapsar,
porque todo tiene un porque,
y el amor nos es tan grande como incierto.
Déjame colapsar porque lo merezco,
liberar la escoria empozada,
purificar el centro gravitatorio.
Reiniciemos,
que las gotas se evaporen
y se deshagan en silencio.
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