Sueño con todos los domingos acabándose
El domingo queda chico
y se descascara,
se irá mañana
con la basura acumulada,
los noticieros,
las estructuras estatales,
no quedará nada.
El domingo se fragmenta en películas,
en besos que sobraron del sábado,
se reparte en los cafés y panes con tamal,
en los huesos de mi padre, en los periódicos,
se vierte en lo que resta del tímido invierno.
Los deliveries se desperdician en mi entrada,
los comprobantes de pago se empapan,
los subtítulos se desfasan,
las erecciones se repiten,
recuerdo los nudos de tus Converse
imposibles de desatar.
El domingo tiene carácter
de tregua, rigor de mártir
delirios de inferioridad.
Sueño con todos los domingos
acabandose y burlándose de mí,
de nosotros,
de los que padecen,
de los que idealizan,
de los que escriben agotados
extrañando algo que perdieron.
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