Mi capricho es escribir sobre el amor en mi horno a gran escala

A mis 30 me encorvo, 

derramo una panza, 

remojo mi barba en la almohada,

me dispongo a volar.


A los 30 me enamoro,

blandiendo una hazaña

en este viento ridículo, 

apretado de calor.


Mírame ahora, “hilarante”.


Nos compré platos azules, 

tazas azules, cubiertos, 

acuerdos de una sola parte,

nos conseguí una cama 

para los fines de semana, 

condones, canciones, 

temas de conversación.


A mis 30, 

recuerdo mucho, 

las avenidas anchas, 

los meñiques amarrados, 

viajes de vuelta en combi 

hasta Sagitario. 


A mis 30 sigo jorobado, 

enredado en las sábanas,

detestando el verano,

dispuesto a flotar.


¿Vendrías a mi hemisferio soñado?

ven, veríamos las auroras, 

la nieve, conciertos,

puñados de mundo,

antes que se acabe otra vez.





Comentarios